El Bautismo del Eunuco
Nº Lote: 22
Firmado en el ángulo inferior derecho. La obra que ocupa esta catalogación se trata del Bautizo del Eunuco. El asunto, tomado de los Hechos de los Apóstoles (VIII: 26-38), narra la conversión y bautizo de un varón eunuco (ministro de la reina etíope Candace) durante el regreso de su peregrinación a Jerusalén que, tras escuchar al Apóstol Felipe, decidió acoger la fe cristiana y ser bautizado. El esquema compositivo que presenta la pintura es complejo. En obras como ésta, Jan Brueghel el Joven se distanció de los precursores de su padre para crear su propio lenguaje visual, reflejando el nuevo arte y la atmósfera de su tiempo. En el centro de la pintura, en primer plano, aparece un grupo de personajes que capta la atención del espectador desde el primer momento. Junto a ellos encontramos una lujosa carroza en dorado con una gran venera y con dosel tirada por dos corceles blancos. A la derecha del lienzo, se puede ver al protagonista (el eunuco etíope) arrodillado siendo bautizado por Felipe, el evangelista. En segundo plato, tras dichos personajes, unas ruinas enmarcan la escena que con su perspectiva nos dirige la mirada a un hermoso paisaje fluvial montañoso cuyas tonalidades frías en verdes y azules realzan los colores cálidos del segundo y primer plano de la obra. Encontramos grandes similitudes con la obra realizada por el autor titulada “Alegoría del fuego o Venus en la Fragua de Vulcano” que se conserva en la Galería Doria Pamphilij. En ambas obras encontramos una perfecta cohesión en las transiciones entre los distintos planos del cuadro donde las ruinas tienen un gran parecido. Lo mismo ocurriría con otra Alegoría (la del Aire y el Fuego) que se conserva en el Museo de Brooklyn.